miércoles, 23 de noviembre de 2016

INTRODUCCIÓN

La persona adulta siente el deseo de aprender en función de todo aquello que le interesa; piensa que debe y tiene que responder con acierto a las variadas exigencias que le impone la compleja sociedad en la cual interactúa. Esta necesaria aspiración se sustenta, entre otros factores, en la siempre mayor esperanza de vida, en Venezuela 71 años en el hombre y 76 años en la mujer, lo cual es una de las numerosas consecuencias que han resultado del avance sostenido y permanente de la ciencia y la tecnología. Es un hecho reconocido por todos, que el estudiante adulto, en general, tiene una gran capacidad para aprender y que posee, además, una extensa y fértil experiencia. El adulto es capaz de dirigir su vida y de conformar su entorno sobre bases razonables, limitaciones, deseos, fortalezas, compromisos y necesidades. Para poder lograr objetivos y superarse, tiene que aprender mucho más allá del ámbito cognoscitivo: modos de actuar, habilidades, destrezas, aptitudes y técnicas que él requiere para participar en forma oportuna, activa y efectiva en el diseño y desarrollo de sus condiciones de vida y esfera profesional.
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 El adulto de nuestra era está plenamente convencido de la necesidad de continuar aprendiendo durante toda su existencia; decide libremente qué estudiar, dónde, cuándo y cómo realizar su actividad de aprendizaje. Pero no sólo se limita a participar, sino que también exige un marco teórico de referencia apropiado con metodología, praxis y ambiente que se adapten a su correspondiente proceso educativo; es decir, el adulto aprendiz necesita, y le es imprescindible aprender según los principios que norman a la Andragogía. La fundamentación teórica de la Andragogía permite establecer una praxiología de carácter democrático por la horizontalidad de la interacción y por la forma de participación basada en una relación de cooperación mutua de las partes integrantes de la respectiva actividad de aprendizaje. La horizontalidad y participación son técnicas que facilitan a los participantes adultos ser corresponsables, entre otros factores, del desarrollo de todas las etapas que conforman su proceso educativo. El quehacer de la educación de adultos es la expresión más amplia y completa del concepto de aprendizaje voluntario, puesto que interactuar con suficiente autonomía, sin presiones y disponer de facilidades para adquirir conocimientos, aptitudes, habilidades y destrezas con el fin de lograr objetivos y metas ampliamente discutidos, planificados y programados conjuntamente de manera pertinente y oportuna, está libre de toda condición obligatoria. La unidad curricular Andragogía, que está incluida en el Diseño Curricular de la Maestría en Educación Abierta y a Distancia, de la Universidad Nacional Abierta, (UNA), ofrece al participante, entre otras actividades relevantes, la oportunidad de meditar y reflexionar en torno a los hechos, hipótesis, experiencias, logros y pruebas con las cuales se intenta justificar la Andragogía como la ciencia y arte de la educación de adultos. La concepción y estructuración de la asignatura mencionada, se orientan hacia la modalidad a distancia con ciertos momentos presenciales. Los elementos que la conforman, representan puntos de apoyo en la búsqueda del conocimiento que deberá profundizarse durante el desarrollo de la Maestría y a través de actividades propias de la línea de investigación correspondiente. Andragogía está conformada por: (a) Libro Guía de Estudio (b) Plan de Curso (c) Selección de Lecturas y (d) Libros Textos. Este Libro Guía de Estudio y el Plan del Curso, contienen información relevante para el participante, especialmente en lo que se refiere a fundamentos teóricos, actividades de aprendizaje, objetivos, temas de investigación y plan de evaluación, entre otros aspectos de interés. En general, los dos documentos señalados, están destinados a orientar al estudiante durante todo el proceso de autoaprendizaje de la unidad curricular referida.

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